Hola soy tu hígado
La primavera es la estación en la que el hígado actualiza sus funciones y pone nuestro marcador personal a cero. Si no hemos actualizado nuestro perfil personal en todas nuestras redes sociales y familiares aparecerán los problemas que dañan a nuestro hígado, primero en el plano emocional y si no resolvemos aparecerán los primeros síntomas de ‘recalentamiento’ o resentimiento personal-orgánico.
Aprende a amarte a ti mism@

Todos los malestares asociados a la llegada de la primavera son el síntoma de no tener actualizada tu imagen o perfil personal y te indican que no tienes ‘liquidez’ para seguir avanzando. Relacionar el carácter de una persona con manifestaciones o ‘humores’ de sus órganos es algo propio de la sabiduría popular. En el caso del hígado, la personalidad biliosa y amarga, la envidia, el resentimiento y la rabia se relacionan con las afecciones hepáticas.
Lee estas expresiones y piensa en situaciones en que las hayas experimentado:
- Fulanita me produce un asco tremendo, la aborrezco…
- Aquella comida del hotel era terrible, todavía me revuelve el hígado pensar en ella… (repugnancia)
- Estar de mal humor, estar echando bilis, odio visceral…
- Todo está en contra mía
- Es muy valiente, tiene muchos hígados (valor-coraje)
¿Eres hipocondríaco?
Pues estás de ‘suerte’ pues la hipocondría o miedo a una posible enfermedad es la forma en la que tu hígado te avisa de que has de cambiar algo en tu presente para que tu futuro sea positivo.
Tu comportamiento y estado emocional hacen la salud de tu hígado:
Del funcionamiento físico del hígado no voy a hablarte, baste con decir que para mantenerlo sano solo se necesita llevar una vida equilibrada y que las mismas funciones básicas que el órgano tiene en el cuerpo, son básicas para la mente. Dañando unas dañas las otras. Respetando unas respetas a las otras.
¿Qué es lo que afecta al hígado?
¿Qué tal de rápido te ‘calientas’ cuando algo te molesta?
La falta de dosificación. Los excesos pueden desencadenar graves patologías en el hígado: exceso de comida, de alcohol, de drogas, las ansias desmesuradas de expansión, de control, etc. Un exceso puede ser indicador de un sentimiento de separación, de un super ego o sentido del YO muy desarrollado. Nuestro hígado se daña cuando tenemos dificultades para valorar aquello que es beneficioso o perjudicial en nuestras vidas; aquello que nos interesa de lo que no nos interesa.
¿Te preocupa lo que comes? Pues de nada te servirá comer sano mientras no respires un ambiente en el que la paz y la armonía sean la norma Por mucho que cuides tu alimentación si no actualizas tu sentido del YO, tu hígado no mejorará.
Reflexión:
¿Cómo describirías a tu hígado? ¿Conoces alguna de sus funciones básicas? Si tuvieras que elegir ser uno de tus órganos principales ¿con qué órgano te identificas? ¿Riñón, pulmón, corazón, hígado, estómago?
Recupera tu presencia
En estas semanas previas a la llegada de la primavera se han puesto en marcha las actualizaciones de nuestro sistema operativo personal. En primavera el cuerpo pasa la factura del gasto mineral/orgánico ocasionado por la convivencia invernal. Algo así como la factura de la luz personal que refleja lo que te cuesta vivir en el mundo por ser como eres.
Todos tenemos un contador que refleja los niveles de energía que nuestro cerebro nos demanda; este nivel se refleja, a simple vista, en nuestra sonrisa/humor y, si esta se finge o enmascara, en la demanda de sabores o apetencias. Especialmente en aquellos sabores, gustos y apetencias que más nos resistimos a cambiar.
Presta atención a tu humor, sobre todo a cómo te comportas con las personas «queridas» que es con las que menos máscara nos ponemos y las que más soportan nuestros altibajos anímicos.
Y sobre todo presta atención a las apetencias/olor/sabor que tu cuerpo te indique y si ves que con estas simples medidas no te «entonas» pide ayuda a un experto en salud holística.
Todo enfado es enfado contra uno mismo por haber cedido el poder. Y además daña a tu #Hígado y a tu #SentidoDelYO Compartir en X
Prepárate para la llegada de la primavera
Preguntas clave:
- ¿Qué partes de mi vida necesito suplementar, reformar, renovar o iluminar?
- ¿Qué relaciones de mi vida me están quemando, saturando, sobrecargando, hundiendo, doliendo, etc.?
El «mal humor» refleja la pérdida de presencia que es la capacidad de ser/estar al 100% en el aquí y el ahora. Cualquier problema de salud que se manifieste en las semanas previas a la entrada de la primavera nos indica que nuestra capacidad de estar presentes y brillar con luz propia está bajo mínimos.
Primavera, tiempo de brillar con Luz propia
El hígado enferma cuando el sentimiento de CARENCIA o falta está presente en el día a día. De hecho, hay personas que suelen estar dándole vueltas a este tema de forma continua. Suelen ser personas rencorosas que suelen citar con nombres y apellidos a aquellos que culpan de su infortunio. Este estrés emocional afecta al funcionamiento del hígado de muchas formas; por lo pronto puede hacer que un niño pierda la capacidad de concentrarse en sus estudios, algo que de primeras va a favorecer que su futuro sea más incierto.
El hígado se encarga de almacenar los excedentes. Se encarga de mantenernos prósperos.
Cuando vivimos en la infancia situaciones de estrés emocional, en la que nuestro diálogo interno (el de nuestros padres), nos dice:
- Tengo miedo a que falte algo,
- Tengo miedo a faltar yo.
- Tengo miedo a que nos falte algo en el futuro, a mí o a mi familia
- ¿Qué pasaría si a ellos les falta? ¿Qué tendría que hacer yo para que a ellos no les falte?
- ¿Faltó algo en tu familia? ¿trabajo, dinero, comida, vivienda, salud?
Primavera. Tiempo de renovar vínculos
La única relación personal que nos mantiene jóvenes de por vida, siempre que la mantengamos viva y libre de sombras, es la relación de pareja ya que es la única que, de manera natural, está ligada a la calidad de los espacios compartidos y no a la cantidad de tiempo compartido.
Solo el amor (los hechos positivos compartidos) puede mantener viva una relación de pareja, año tras año, pero lo que mantiene viva la relación entre padres, hijos, hermanos o amigos es la cantidad de tiempo compartido, aunque éste no haya sido de calidad, ya que la sombra y los conflictos no resueltos unen con tanta fuerza como el amor; aunque este tipo de lazos no nos hacen sentir libres y el amor sí.
Es por esta razón que, para liberar el tiempo compartido mientras crecimos, sobre todo si éste fue negativo, es necesario recuperar cada uno de los episodios vividos en el espacio familiar y verlos a la luz del presente.
Son las relaciones familiares sin actualizar las que nos hacen «mayores» y si nos descuidamos «viejos». Renovar los vínculos familiares en forma consciente es el secreto de la eterna juventud.