LA VIDA nada puede hacer si te empeñas en tachar de negativo todo lo ‘bueno’ que te sucede. La vida quiere que seas feliz por eso se ocupa de dejarte en el paro si lo que necesitas es aumentar tus niveles de salud o amor.
I promised my self
Has de saber que para activar la #Sabiduría de la vida en tu persona necesitas de la toma de conciencia. La toma de conciencia de la intención con la que sales cada día al mundo te aporta la energía/luz/soporte que necesitas y te aleja del miedo a la competencia o a la escasez de recursos. Así mismo el grado de compromiso que inspiras a los demás está basado en el grado de compromiso adquirido contigo mismo. Este grado de compromiso o contrato con la vida se fragua en la infancia ¡cómo no! y su falta de ‘renovación’ es la responsable de todos los fracasos sentimentales y laborales.
Ir sin foco (sin intención consciente) es como ir ciego por la vida... Compartir en X
Disfruta del viernes…
El viernes es el día en el que se ‘carga’ el sentimiento de #love que hayas depositado en tu espacio laboral durante la semana que cierras. ¡Disfruta de tu jornada laboral de lunes a viernes y la vida empezará a sonreírte!

El #Viernes es un día muy especial ya que la forma en la que cierras tu semana laboral condiciona el cómo vas a vivir el fin de semana y el reinicio del lunes. Compartir en X
Ah! Y no te preocupes…
La vida es sabia y te ingresa las ganancias en el área que estés más necesitado. Aunque para ello necesita que tú pongas de tu parte y le des un sentido positivo a tu caminar por la vida. Especialmente en el espacio laboral y de forma muy concreta en el día que cierras semana, el viernes.
Lo que sucede conviene
Era un hombre viudo que vivía con su hijo. Contaban con un caballo, pero un día al ir al establo se dieron cuenta de que el caballo se había escapado. Entonces los hombres del pueblo vinieron a verle y le dijeron:
– ¡Qué mala suerte! Tenías solo un caballo y se ha ido.
– Así es, así es- dijo el hombre con tranquilidad.
Días después el caballo que se había escapado regresó con otro caballo.
La gente del pueblo le dijo:
– ¡Qué buena suerte la tuya! Ahora tienes dos caballos.
– Así es, así es- repuso el hombre serenamente.
Al tener dos caballos, padre e hijo salían juntos a cabalgar. Un día el caballo tiró al hijo y este se fracturó una pierna.
– ¡Vaya mala suerte la tuya!- le dijo la gente.
– Así es- dijo el hombre con calma.
Días después el país entró en guerra. Todos los jóvenes fueron alistados, menos el muchacho herido. Los lugareños visitaron al padre para decirle:
– ¡Qué suerte tan increíble! Tú hijo se ha evitado ir a la guerra.
– Así es, así es.
*El Maestro dice: Para el que sabe ver el curso de la existencia fenoménica, no hay mayor bien que la firmeza de la mente y de ánimo.
Cuento clásico de la India