Hola soy Jose Miguel Navarro y hoy quiero hablar sobre el sexo y los jóvenes. Lo cierto es que llevaba tiempo queriendo clarificar este tema y la resolución de un caso en consulta con una joven cliente me ha dado el impulso que necesitaba.
Cuando usas el sexo como moneda de cambio para el amor
Es triste observar cómo una mayoría de jóvenes quema sus años de juventud en relaciones que les ocasionan facturas con poca o ninguna rentabilidad emocional. Al final solo consiguen apagar tensiones que no pueden contener, por falta de capacidad mental, cuando a esas edades, lo que una mayoría de chic@s busca es sentirse queridos.
Presión medíática y sexo en los jóvenes
Con relación al tema sexual, hay mucha presión mediática. Basta con ver los videoclips musicales o las películas donde continuamente incitan a tener sexo ocasional. Es como si la libertad se ejerciera teniendo sexo con cualquiera. Como si ese fuera el ideal a seguir para demostrar que se es un hombre o una “mujer liberada”.
Muchas jóvenes acaban exponiéndose a situaciones de intimidad sexual que en realidad no quieren, sintiéndose emocionalmente lastimadas. Lo mismo les sucede a los chicos, aunque ellos tardan más tiempo en tomar conciencia de que fueron víctimas de una libertad mal entendida.
¿Qué sucede cuando tienes sexo?
Cuando realizas el acto sexual ocurren dos cosas:
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Desconexión de conciencia
El sistema límbico, región del cerebro responsable de los impulsos físicos y los elementos del procesamiento emocional, se activa durante el sexo. Sin embargo, otras partes de la corteza cerebral que gobiernan el razonamiento o autoconciencia se cierran. Es decir, el sexo es una descarga de tensión emocional, que anula las facultades mentales superiores.
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Intercambio de energía
Hay que tener en cuenta que el cuerpo humano es un contenedor de sustancias químicas (la mayor parte agua) e impulsos electromagnéticos y cuando se establece una relación sexual se crea un intercambio electroquímico. En cada encuentro sexual entre un hombre y una mujer, dos energías separadas se convierten automáticamente en una unidad electro-física y se empieza a compartir información.
Cuando mantienes relaciones sexuales estas interactuando con todos los programas e información que tiene la otra persona: con su energía vital, con su experiencia de vida, más aquellos programas que ha heredado de sus padres, abuelos… más las relaciones con otras personas que a su vez se relacionaron y asumieron programas de otros y así va aumentando el intercambio de información.
Es decir, al compartir tu sexualidad, te mezclas directamente con las energías e influencias tanto positivas como negativas de la otra persona. Si la relación sexual es con una pareja establecida, que se conoce, se ama y comparte su vida, el enlace sexual creará un mayor lazo de unidad y evolución entre ellos.
Pero si no hay una conexión, si no tienes sexo dentro de una relación establecida, si hay sexo por sexo, de forma casual, o si se usa tan solo como un desahogo emocional, lo único que haces es contagiarte de cualquier información que a su vez se va a reflejan o proyectar en otras áreas de tu vida.
Hacer sexo por hacer sexo es acceder a todos los archivos, a todas las emociones y a todas las experiencias de la otra persona sin ningún tipo de filtro, de forma totalmente inconsciente.
El sexo es una liberación de tensión
Durante el acto sexual los orgasmos producen una renovación del sistema nervioso. El sexo seria como la culminación de una etapa, y el posterior reinicio hacia la siguiente. Eyacular no es algo banal y tiene un coste biológico. Durante la eyaculación el hombre expulsa numerosos nutrientes por medio del semen, entre los que destaca el zinc, además de vitaminas, proteínas, aminoácidos, hormonas y otras sales minerales. Es por ello, que después se queda relajado o incluso dormido y esto es debido al desgaste que el acto sexual produce.
El control de la energía sexual
La energía sexual es una energía creativa, de gran potencial. De hecho, es esa combinación de energía entre hombre y mujer lo que produce la creación de un nuevo ser. Por una parte, recoge nuestro más puro instinto biológico de supervivencia, y por la otra, es el impulso de transformación de nuestra capacidad de creación hacia actividades superiores.
Hay que aprender a encauzar la energía sexual, pues hay personas que en cuanto sienten un poco de excitación genital, enseguida tienen sexo o se masturban. Es como reunir 5€ y gastarlos enseguida, en lugar de esperar a tener acumulado más dinero y poder comprarte algo más valioso.
Aprende a mover tu energía
A lo largo del día, hay que hacer ejercicio, y aprender a relajarse. También toca tomar conciencia y enfrentar las emociones negativas y tensiones laborales. Mover la energía para que no se centre solo en el área genital. O si no, la tensión que se acumula durante el día tiende a descargarse a través de la relación sexual. Mucha gente recurre a ello de una manera impulsiva y ansiosa.
Desarrollo personal y sexo
La tensión de la energía sexual es la energía más inconsciente, ya que todo lo que reprimes, o no ves, se va hacia abajo. Si le pones consciencia, la energía subirá a planos superiores, hacia un nivel más elevado de consciencia.
Es por ello, que las personas que hacen desarrollo personal, que abordan sus emociones, solucionan sus problemas y enfocan su día a día en positivo, automáticamente les apetece tener menos relaciones sexuales. Y cuando las tienen son más satisfactorias y puras. Más puras en el sentido de que no utilizan el sexo como una vía de desagüe para camuflar estados emocionales. Sino que crean lazos de amor y evolución con su pareja.
Compensaciones emocionales para las que no se debe usar el sexo
Al igual que no se puede separar la mente del cuerpo, tampoco se puede separar la sexualidad de la personalidad. Según el uso que haces del sexo, sabes qué nivel de personalidad tienes.
- Nuestra carga e intención influye tanto en el plano mismo del acto sexual como en las parejas que atraemos. Experimentamos la sexualidad en proporción directa a la energía y a la conciencia que logremos cultivar, esta es la causa por lo que muchas tradiciones esotéricas o espirituales, insisten en la abstinencia o moderación de la energía sexual, como un entrenamiento de cuerpo y mente que nos lleve a un nivel más alto de consciencia.
Como vía de escape ante el miedo, el estrés y la tensión mental
Durante el sexo la mente de hombres y mujeres se inunda de dopamina primero y de oxitocina después. (sustancias placenteras) y con ello la corteza orbitofrontal lateral se apaga. Como esta zona es la encargada del control, la razón y la autoevaluación, cuando se apaga se reduce el miedo y la ansiedad.
Otro efecto del acto sexual es que al liberar esta tensión ocasiona un desgaste que sobre todo en el hombre provoca lasitud y sueño, por lo que hay personas que lo utilizan para dormir. Todo esto quiere decir que, ante el miedo, la ansiedad y la falta de placer en la vida, se utiliza el sexo como vía de escape o consuelo.
Cómo sentimiento de amor-protección
La producción de oxitocina es una hormona que se produce durante el parto y aumenta considerablemente durante la lactancia. Durante esta etapa se desarrolla el vínculo intimo madre-hijo. Es una relación unitaria de boca-pezón, alimento, atención, contacto, calor y todo el sentir de la madre.
Esta hormona promueve sentimientos de afecto y estimula el deseo de proteger a la otra persona. La calidad del amor que el niño o niña experimenta en esta cercanía con la madre determina la forma de su respuesta amorosa como adulto.
Pero si de bebe te quedas atascado en esta fase, de adulto el efecto inmediato de esta situación es carencia de amor e incapacidad de estar solo. Así que inconscientemente se busca compensar las carencias que hubo en esta fase.
En las chicas como les falta ese sentir interno lo proyectan en un sentimiento sexual y de satisfacción hacia el hombre. Cuando en realidad, lo que se busca es la atención y el amor primario de la madre. En los chicos es similar, simplemente, buscan el sexo como sustituto del amor que quedó incompleto.
La zona genital es el centro raíz que nos da la vida
Con el sexo emocional lo que en realidad se quiere es conectar con la vida. Sobrevivir, existir, arraigarse a ella y conseguir un poder básico de seguridad. Esto es lo que muchas personas de forma inconsciente quieren conseguir con este tipo de relaciones promiscuas o un uso excesivo de relación sexual con la pareja: compensar una falta de contacto con ellos mismos.
Ejercicio:
ES RECOMENDABLE QUE HAGAS UN SEGUIMIENTO DE TU IMPULSO SEXUAL Y OBSERVES CUANDO SE ACTIVA.
Recuerda que cuanta más falta de consciencia, estrés, desequilibrio emocional y menos recursos psico-emocionales tengas, más activación de tu impulso sexual. Observa en qué momento aparece el impulso sexual y podrás comprobar que se relaciona con las diferentes interacciones o tensiones.
- Estas teniendo una semana laboral más intensa.
- Algún conflicto que no consigues solucionar o te está tensando en exceso.
- Estás más bajo de ánimo, sentimiento de frustración o temor.
- Determinadas situaciones ambientales que te han pasado inadvertidas.
- Después de una excitación sexual, recuerda también con quien has interactuado anteriormente, ya que a veces podemos recoger cargas de otras personas sin darnos cuenta.
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