Honrando a mis muertos
Se que es el sentir del otoño lo que en estos días hace que tenga presente la memoria de mis muertos; por estas fechas, los siento más presentes que nunca, plegaditos en mi interior como si todas las memorias que existieron antes que yo y que dieron sentido a mi existencia hubieran ocupado el lugar que les corresponde por derecho.
Curiosamente, no siento alegría, tampoco pena... Siento paz.
Mis muertos viven en mi
Quizás siempre estuviera ahí, al abrigo de mis genes pero no he podido hacerlo mío hasta ahora. Esta conciencia de la muerte en vida hace que no visite cementerio alguno para honrar la memoria de mis muertos pues se que viven en mi y se que todos los otoños, tal y como las tradiciones antiguas nos recuerdan, esa memoria de vida se activa con fuerza para hacerme saber quien soy, de dónde vine y si soy capaz de honrarme, a dónde voy…
La Llorona (Lila Downs) LA CATRINA día de muertos México
Este tema tiene un significado especial para mi, pues de pequeña me lo cantaban para hacerme ‘rabiar» pues era de lágrima fácil. AHORA lo veo como un canto a la VIDA
RITUALES DE PASO
Cuando muera, no quiero ser sombra, quiero ser luz y quedarme
“Cuando se muere en la carne
El alma busca su sitio
Adentro de una amapola
O dentro de un pajarito”
Este es el protocolo ideal para facilitar el ritual de paso ‘a una vida mejor’ cuando fallece una persona. Lógicamente mejor si es al final de sus días y habiendo vivido UNA vida lo más plena posible.
¿Qué se puede hacer para facilitar el paso de la vida a la muerte de un ser querido?
Depende. Cuando se trata de una persona mayor el protocolo familiar ideal sería que cada uno de sus hijos e hijas hicieran memoria de los momentos más representativos vividos junto a su progenitor. Se trata de aceptar de corazón la experiencia compartida, otorgando el mismo valor a los momentos positivos y negativos.
A la hora de decir adiós tal y como dice la canción… hay que alumbrar las sombras. Alumbrar las sombras es abrir el corazón y decir lo que nunca se dijo. Es ahora o nunca. Si ya ha fallecido se le puede escribir una carta y leérsela en el ataúd antes del entierro. También vale en la intimidad de tu cuarto. Con o sin testigos. Da igual. La clave radica en expresar todo lo que guardes en tu corazón. Si los nietos son adultos y tienen vinculación emocional con sus abuelos es recomendable que hagan lo mismo. La madre puede encargarse de aportar imágenes o recuerdos que faciliten la labor.
Esta sencilla ceremonia se puede hace tras el entierro o mejor antes, en el periodo que se conoce como velatorio.
AFRONTAR EL DUELO
LO QUE NO AYUDA son los llantos, el desespero, la no aceptación de un proceso tan natural como el nacer. Si la muerte de una persona mayor se vive como un desgarro es porque no se resolvieron las transferencias emocionales de la infancia.
No importa que no creas en el alma. Seguro que aceptas que hay una memoria de vida compartida y unos vínculos emocionales que hay que liberar para que el periodo del duelo sea lo más leve posible. En el duelo las personas que amaron a la persona que fallece van liberando poco a poco el archivo del tiempo compartido.
- Cuando las emociones negativas vinculadas a la personas que fallece no se hacen conscientes el proceso del duelo cursa con dolor o se convierte directamente en sombra que se trasmite a las siguientes generaciones.
Cuando muere un ser querido su memoria sigue viviendo en ti y con el fin de LIBERAR su alma y que realmente se convierta en LUZ... Tienes que sincerarte y expresar todo lo que guardas en tu interior. Una vez liberas su memoria el canto se hace verdad y podrás verle en una flor, en un pájaro, en una nube… Su presencia, hecha energía-luz te acompañará siempre que la necesites.
- Aquí puedes escuchar el programa completo que me inspiró esta entrada:
Ácido folclórico. Cuando el folclore le canta a la muerte.