Con el tiempo, estos patrones de conducta somatizan en problemas de salud considerados ‘normales’ por el grueso de la población: tabaco, alcohol, dulces, sexo, colesterol alto. Fuerte oxidación del tejido oseo con todas las patologías ‘húmedas’. Problemas ginecológicos. Problemas de digestión de grasas, etc.
Depresión y arquetipo paterno
El Sol no sale para las personas deprimidas
Las personas ‘pre-deprimidas’ suelen ser controladoras y muy críticas con los logros de los demás, (envidiosillas aunque no se lo confiesan). Tienden a anular la obra de otras personas aunque pueden disfrazarlo como si les hicieran un favor. Tienen problemas para asimilar la ternura y la receptividad, o se emparejan con personas que tienen este problema y ‘sufren’ su presencia.
Buscando la luz
Por otro lado, manifiestan cierta vanidad que no suelen mostrar y padecen de falta de conexión espiritual genuina. Por mucho que la busquen, no la encuentran. Es de notar que muchos de los más grandes ‘buscadores’ en el plano espiritual están deprimidos internamente.
En el plano sentimental, suelen estar embargadas por sentimientos de inferioridad y dificultades para conectar con el sexo contrario. Y es habitual su tendencia a ejercer de ‘padre controlador’, independientemente de su sexo. La persona depresiva lleva mal la rutina diaria y prefiere el fin de semana para divertirse. Parte de la solución pasa por activar el biorritmo solar y semanal de forma consciente.
Sintetizando
Deja de mirarte el ombligo y toma conciencia de que al trabajo y al mundo se va a aportar. ¡Cambia tu enfoque! Share on X
Reloj biológico y depresión
La forma más simple de saber si tu reloj interno y, por tanto, tu conexión con el sistema está en hora, es la sensación de hambre o apetito. Aquí se incluye el gusto por sabores y alimentos que te resultan adictivos.

«Lo mismo te echo de menos, lo mismo te echo de más…
Si tu no te das cuenta de lo que vales,
el mundo es una porquería.
Si vas dejando que se apague,
lo que más querías…»
Ritmos de la tierra
Las personas tenemos una serie de relojes biológicos internos (o ritmos circadianos), que nos permiten sincronizar nuestro ritmo personal con el ambiente exterior. La primera conexión con el ecosistema se da en el momento de la concepción. Se configura en el tiempo de gestación y se inicializa en el momento del parto.
La forma más simple de saber si tu reloj interno y, por tanto, tu conexión con el sistema, está en hora, es la sensación de hambre o apetito. Share on X
Aquí se incluye el gusto por sabores y alimentos que te resultan adictivos. Al alimentarnos ajustamos nuestra conexión energética con la tierra regulando así nuestro tiempo individual. Los órganos que reflejan esta regulación energética del hombre con su ecosistema son el estómago y el bazo-páncreas. Aunque todo el sistema digestivo participa de esta regulación por medio de los sabores.
- Cuando tu reloj interior se desajusta pierdes la capacidad de Ser/Estar en el momento justo y en el sitio correcto. Lo que acelera tu proceso de degeneración y envejecimiento.