¿Entonces me preguntó, pero cómo se hace un filtro?
Berta pidió orientación para tener un enfoque positivo a la hora de educar a su hija Luna. La niña venía de un largo historial de consultas con otros profesionales y, lo cierto es que este historial y la falta de resultados, estaba pasando factura a toda la familia, pero especialmente a la pequeña.
Lo primero que le dije a la mamá de Luna es que en la consulta Cronos no tratamos a los hijos sino a los papás. Y en la mayoría de los casos, con orientar a la madre es más que suficiente. No entro a detallar el proceso, porque todavía está en curso y porque ya hablamos de cómo funciona la consulta en otros post de este blog, que puedes leer si estás interesad@.
Lo que sí puedo contarte es que, desde mi punto de vista es una experiencia ‘religiosa’… (de religar) … acompañar a esta madre en el proceso de recuperarse a sí misma para así poder recuperar la PRESENCIA que su hija a todas luces le reclama.
No importan los detalles… ni quiero ni debo entrar en ellos. Los problemas que la niña pueda manifestar son su respuesta instintiva a las emociones negativas que no es capaz de filtrar o eliminar. Y fue este tema del filtro el que emergió en una de las consultas de este otoño y dio pie a esta linda conversación entre madre e hija.
El hilo mágico del que tirar.
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Cuando se tranquilizó, le hable del filtro y de mis sesiones contigo.
Comparto la experiencia tal cual me la envió la mamá de Luna (su lengua materna no es el español, quizás por eso notes algo extraño en la edición del texto):
“El jueves pasado Luna salió del cole muy enfadada y triste. Una de sus amigas fue molestada por otra hasta el punto de que se puso a llorar y ha ido a decirlo a la profesora. Pero la profesora no dio importancia y le dijo que ya basta, que ella también a veces la molestaba. Entonces la niña se puso a llorar mucho más y todas la cogieron y se fueron en otro lado. Pero Luna y otras chicas estaban en colera con lo que paso y que la profe además le grite a esta niña. Tanto que esta profe vino a decirles de quedarse fuera del problema.
Luna salió muy mal. Todo eso le recordó lo que le paso el año pasado con la niña y que su profe y la directora no la escucharon. Entonces empezó a hablar y comparar mucho lo que le pasó con lo que pasó a esta niña.
Y que no suportaba esta injusticia y la manera de hablar, gritar de la profe.
Entonces la deje hablar y hablar. Me pidió de decir algo. Le conteste que mejor por el momento no, prefiero que hable ella. Entonces volvió a hablar y llorar.
Cuando se tranquilizó, le hable del filtro y de mis sesiones contigo. Que mi filtro se había ido y que entonces no había podido darle el suyo, que estaba aprendiendo y que entonces ella también poco a poco lo tendrá. También le dije que podemos ver que lo que le pasó el año pasado, que estaba dormido en ella, no se había ido. Y que para eso tenemos que ayudarla.
¿Me preguntó, pero cómo se hace un filtro?
Le dije que te iba a preguntar porque ahora mismo no tenía la respuesta justa, pero que si quería por el momento que se imagine un escudo mágico que podría sacar cuando lo necesite y cuando se pone a gritar esta profe. Entonces le pregunte antes de que vuelva al cole: ¿cómo es tu escudo, de qué color? Al principio me dijo rojo y piensa y me dijo: no, será azul, como el agua así podrá parar las llamas de la profe”.
Cuando salió, me dijo que le funcionó. Pero claro no será suficiente lo sé. Que le puedo contestar, decir, ¿para darle más herramientas? ¿Y cómo hacer para que lo que le paso el año pasado sea solo un recuerdo y no un sufrimiento?
- Por el momento el escudo ayuda un poco. 😉 Hasta ella me lo hizo usar cuando vi un perro en la calle y me dio mucha pena, Luna me dijo ‘mamá, el escudo’.”
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Aquí termina la conversación de Luna con su mamá,
y ahora vamos a darle una vuelta a eso de…
¿Cómo se hace para tener un filtro?
Lo primero a tener en cuenta es que los humanos estamos ‘hechos’ de puro SENTIMIENTO.
Los humanos ‘sentimos’ las cosas y cuando tenemos experiencias que superan el grado de dolor o sufrimiento que un ‘humano’ (una persona) puede soportar, NUESTRO FILTRO se obtura, bloquea, incluso puede llegar a romperse. El filtro humano está hecho de cuerpo y de mente. De sentimientos y de sensaciones.
Es una pura experiencia orgánica que se guarda y queda grabada en nuestro corazón, en nuestra conciencia y se transmite a nuestros seres queridos. De forma consciente y también inconsciente.
¿Necesitamos un filtro? ¿A que llamas filtro?
Para explicarlo voy a recurrir a un ejemplo cotidiano, el filtro de grasa de la cocina o el filtro del aire o aceite del coche. También el filtro de carbono de la jarra del agua que muchos utilizan.
En fin, creo que ya va quedando claro que un filtro es lo que nos ayuda a separar lo que queremos de lo que no queremos. Lo que nos interesa de lo que no nos interesa. Ya sea grasa o las impurezas que no queremos en el aire, aceite o agua. También nos vale el filtro de la aspiradora que retiene las cosas del aire que no queremos respirar. O el filtro del ventilador. Y pongo todos estos ejemplos pensando en la mente de un niño de unos 7, 8 o 10 años.
Las personas necesitamos un filtro
Necesitamos una educación o experiencia práctica que nos permita discernir de forma automática (o emocional), y en primera instancia, aquellas emociones o sentimientos que nos dañan (para no hacerlos nuestros), de los que nos hacen sentir bienestar. Ya sea por cantidad o por calidad. Al igual que ocurre con los alimentos o con los contenidos audiovisuales. Y ese primer filtro, dicho de manera sencilla, y en primera instancia, se llama ¡MAMÁ!
- Una vez adultos, lo natural es sustituir la función materna por nuestro propio sistema de autocontrol y autoconocimiento, donde se incluyen una nutrición adecuada, ejercicio adecuado, relaciones sanas, lectura, contenidos audiovisuales, etc.
Sobrevivir no es vivir
“El cerebro triuno hace referencia a las tres partes o cerebros especializados del ser humano.
Cada persona nace con una programación emocional que posteriormente se refuerza en el tiempo de crianza (0-3 años, crianza-bebé) que fija una respuesta automática ante la vida. Esta programación inconsciente determina el consabido ‘yo soy así’. Pues bien, esta respuesta instintiva o emocional es nuestro primer filtro y nos gobierna hasta que somos capaces de ver o entender la vida con ojos de adulto. Y es la que se aplica por defecto SIEMPRE que un ambiente o emoción nos supera y no tenemos capacidad de respuesta adecuada.
- El TALLO CEREBRAL o tronco encefálico. cerebro primitivo o cerebro reptiliano, se encarga de la supervivencia o instinto. De las funciones vegetativas. Del automatismo que mantiene las funciones orgánicas sin que tengas que estar pendiente de ellas. De las sensaciones.
Memoria filogenética
También se encarga de todas las memorias FILOGENETICAS. Memorias de adaptación de la humanidad. Si traes al nacer una memoria no resuelta (experiencia de dolor), te va a condicionar.
Heredas el campo emocional (mapa emocional familiar) y las estrategias de adaptación de toda tu estirpe familiar. La memoria filogenética está más allá de tu consciente. Es lo que le pasó a tu abuela o a tu padre-madre.
Y no es que esté hablando del karma, pero se le parece mucho.
El karma es la versión oriental de lo que en Método cronos llamamos mapa emocional familiar, que es la plantilla con la que naces y tienes que resolver, si o si, para ser mínimamente feliz. Así que si tienes un cuerpo, tienes un filtro biológico que responde automáticamente a las emociones, a los sentimientos y a las ideas en un momento dado.
Pero tu respuesta biológica (mental/corporal), estará condicionada a la respuesta de tu madre, de tu abuela, de tus ancestros.
- Si tu capacidad de respuesta es positiva, mi enhorabuena. Dale la gracia a la vida, a tus ancestros, a quien tú quieras. Siéntete afortunad@.
- Pero si tu capacidad de respuesta es negativa, si estás sufriendo, si tienes miedos y ya te cansaste, o no puedes más con tu día a día, o con alguna situación que te preocupa o te duele, en la Consulta Cronos podemos ayudarte.